¿Alguna vez has sentido que tienes algo dentro que necesita salir, pero no sabes qué es ni cómo expresarlo?
Mi nombre es Paola, mosaiquista chilena dedicada a crear retratos en mosaico que parecen cobrar vida, permitiéndonos sentir cerca a quienes amamos —los que están, y los que ya no.
Pero no siempre me he dedicado a esto…
De niña fui muy estudiosa, disciplinada y amante de los números. Sin pensarlo mucho, decidí estudiar Ingeniería Civil en la Universidad de Chile, ingresando entre los primeros a un espacio exigente y, por entonces, muy masculino.
Al titularme, me ofrecieron quedarme en el mundo académico. Pasé 4 años dedicada a la docencia y la investigación, hasta que sentí que quería algo más aplicado. Así llegué a UCLA (University of California, Los Angeles), donde estudié un postgrado en Negocios y Marketing. (En la foto estoy junto a mi papá, que me fue a visitar.)
De regreso en Chile, comencé a trabajar en la empresa de servicios profesionales más grande del mundo. Fueron 11 años de crecimiento, pero llegó un momento en que dejé de sentirme valorada y decidí salir.
En algún momento leí una frase de Brené Brown que me marcó profundamente. Decía, en esencia, que todos somos seres creativos y necesitamos desarrollar esa creatividad; de lo contrario, queda estancada en nuestro interior, generando sentimientos de frustración, rabia, vergüenza, miedo y ansiedad.
Eso era exactamente lo que yo sentía: algo dentro de mí estaba estancado y necesitaba salir.
¿Mi forma de creatividad? No lo sabía. ¿Bailar? ¿Cocinar? ¿Pintar? Muchas cosas me atraían, pero nada se sentía verdaderamente mío.
Hasta que un día, a comienzos de 2020, pasé frente a un taller de mosaicos. Me quedé paralizada mirando las obras, los colores, las texturas.
Y así comenzó todo.
Desde entonces, nunca más pude parar. Empecé a estudiar, a explorar distintas técnicas y estilos, hasta encontrar mi propio camino. Tomé lo que más sentido me hacía, sumé mi experiencia y conocimientos, y desarrollé una manera de traspasar la esencia de una imagen a una obra física y realista.
En ese proceso comprendí que mis bases de ingeniera habían sido clave. Nada había sido al azar: todo el camino recorrido me preparó para estar aquí.
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